Cómo enamorar a la cámara, también la de tu móvil

¿Cuántas veces has pensado en grabar un vídeo? ¿Tal vez lo que quieres es lanzarte con el streaming en Instagram, para hacer más visible tu marca, y posicionarte como una autoridad en tu área? Pero siempre acabas postergando el momento porque, ay, la cámara. Cómo nos cuesta… Deja que te diga que lo que nos da miedo no es ponerse delante de la cámara. Lo que da miedo es verse. 
No estamos acostumbrados a ver nuestra imagen, nos molesta nuestra la voz y nunca queda como nos gustaría. Esa vocecilla interior que te dice estas cosas en realidad es un autosabotaje. Además, el perfeccionismo tiene mucho que ver con el Síndrome de la Impostora, algo de lo que no voy a hablar aquí pero que aprovecho para decirte que adolezco mucho de ello. Pero como de lo que sé es de hablar a cámara, vengo con unos pequeños trucos para que inicies una relación de amor duradero con la tuya. Incluso con la de tu teléfono móvil.
Vamos a ello.

Mis trucos para que enamores a la cámara

1. Sitúa la cámara

Normalmente nos grabamos con la cámara frontal, y si el dispositivo es de color negro cuesta ubicarla. Entonces podemos poner una pegatina junto a la cámara porque es ahí, y no a la pantalla del móvil, donde debemos mirar. Es muy tentador mirar a la pantalla pero si lo hacemos sufriremos el efecto de ‘Mirada Perdida’ y no estaremos conectando con la audiencia.

2. Limpia la cámara

Usa para ello una gamuza o con la misma camiseta. Piensa que el teléfono está siempre dentro de nuestro bolsillo, en el bolso o lo dejamos sobre cualquier parte. Como consecuencia la cámara se ensucia. ¿Sabes esos halos de luz que a veces salen en tus fotos? Pues no son nada artísticos, los provoca la grasita que se acumula sobre el cristal del objetivo.

3. Sitúa la cámara a la altura de tus ojos

Ni más arriba ni más abajo. Solo así, y a la distancia de la extensión de tu brazo, conseguimos el plano escucha, ese que tenemos cuando hablamos con alguien. Y, por favor, nunca, nunca coloques la cámara más debajo de tu barbilla. Ese plano contrapicado de la papada no beneficia a nadie. 

4. Piensa a quién le estás hablando

Lo ideal es te imagines hablando con alguien muy cercano a ti y uses el mismo tono, lenguaje y gestualidad. Puede ser un hermano o hermana, alguna amistad… Quien sea, pero que le puedas visualizar, incluso poner nombre y apellidos. Este truco lo usamos en los trainings de televisión. A veces he visto profesionales que al principio de su carrera se ponen junto a su cámara la foto de un amigo, entonces se imaginan que le están contando todo a esa persona. La guinda lo pone que puedas llegar a mirar al objetivo de tu cámara como mirarías a tu amigo o amiga en cuestión, con ese cariño. Pero esto es para comunicadores pro, no te preocupes. 

5. Habla de lo que sabes y prepara un guión

Hablar de tus temas ya te va a dar un plus de control y confianza. Pero lo que hay que hacer sí o sí es prepararse un guión. No hace falta que escribas palabra por palabra, eso depende de cómo sea tu estilo. Hay quien desarrolla fácilmente unos puntos a seguir y hay quien necesita tener todas las palabras escritas. A la hora de llevarlo a la oralidad ¿con qué te identificas más? Tienes que probar. Y siempre hay aplicaciones de Teleprompter (el aparatito para leer que se usa en tv), pero si optas por esto ten en cuenta que vas a perder parte de tu naturalidad. 

6. Practica

No intentes grabar sin practicar. Ensaya el mensaje, el ritmo, el tono, las inflexiones ¿te gusta? Grábate también ensayando y acostúmbrate a ver tu imagen y a oírte. Y muéstraselo a alguien a ver qué opina. ¿Se entiende? ¿Cómo te ves? ¿Te reconoce o muestras algo de impostura?

7. Graba y edita

Nunca publicaremos un vídeo sin editar. La edición mejora el ritmo, el vídeo aparece limpio al principio y al final, podemos enriquecer con rótulos… Todo un trabajo posterior que incide en la comunicación y en nuestra Telegenia.
Para acabar te diré que una cosa imprescindible para la naturalidad a cámara, y esto es ponerse a grabar con tranquilidad. Resérvate tiempo y no lo hagas a contrarreloj porque esto nunca funciona y conduce a la frustración.
¿Y tú, te grabas o enamoras a la cámara?
Gracias por compartir ♡